jueves, 24 de mayo de 2007

¿LA FIESTA DEL CHIVO O LA FIESTA DEL CHAVEZ?

tuve la oportunidad de ver la película que presentó RCTV, la Fiesta del Chivo, y de verdad que a medida que se iba desarrollando la trama, me asalto esta duda, pues realmente solo falto colocar al final de la misma una frase que dijese: CUALQUIER PARECIDO CON LA VIDA REAL NO ES PURA COINCIDENCIA, acto seguido comente sobre lo cierto que es el concepto que sobre historia aprendemos en bachillerato, quien no recuerda ese concepto que nos enseñaban de que “la historia es una serie de acontecimientos que se repiten cada cierto tiempo, por eso será que cuando vemos las películas sobre Hitler no pudimos menos que compararla con nuestra actual situación, cuando vemos las películas de Fidel es lo mismo, quien no recuerda al dictador cubano bajando de la Sierra Maestra con un Rosario y acto seguido te viene a la mente nuestro dictadorcillo tropical con el crucifijo en la mano, por eso queridos amigos de inmediato pensé, que vaina hasta la semejanza rima, la fiesta del Chivo con la Fiesta del Chávez, veamos porque?


Los 2 son países tropicales, los 2 gobernaron al principio bajo el apoyo de un pueblo que creyó ingenuamente en las promesas de cumbiambera, en los 2 casos muchos decían en secreto que esto debía terminar pero nadie se atrevía a hacer nada, en los 2 casos los gobernantes son cubiertos por sus secuaces con halo de misticismo divino, como si fuesen esos dictadorzuelos enviados de Dios, los 2 atacaban a quienes los oponían bajo el remoquete de ser secuaces del imperialismo yanqui, los 2 atacaban a sus opositores y hasta los mandaban a asesinar para luego presentarse como mansos corderitos exigiendo justicia y culpando a otros de sus propios delitos, pero lo mas importante es que en los 2 casos los supuestos lideres eran sin duda alguna ególatras enfermos de poder, capaz de todo para mantenerlo y lo que mas me impacto, es que en los 2 funcionaban como unos verdaderos trapiches, pues usaban a la gente, las exprimían, les sacaban el jugo y luego botaban el bagazo.


Así que estimados amigos piensen seriamente si la película que vimos hoy, fue la Fiesta del Chivo o la fiesta del Chávez, para de inmediato tratar a toda costa de despertar la voluntad de las mayorías, para que cargando el miedo a cuestas, defendamos la libertad y la Democracia y evitemos que tal como en la película de hoy esto termine en un mayor derramamiento de sangre, eso si no olviden nunca para concluir el parecido entre los militares de la fiesta del Chivo y los de la fiesta del Chávez, nunca olvidemos que la Historia es una serie de acontecimientos que se repiten cada cierto tiempo, solo cambian los lugares y los protagonistas, los pueblos siempre son los mismos, manoseados, utilizados y luego olvidados.


DIOS Y NUESTRA VOLUNTAD SALVEN A VENEZUELA



MIGUEL ANGEL NIETO

1 comentario:

Anónimo dijo...

LA FIESTA DEL TIRANOSAURIO CONTINUA EN PARAGUAY:
PARTIDO DE GOBIERNO HOMENAJEA A STROESSNER
(X Luis Agüero Wagner, publicado en La Naciòn de Asunción, el 23 de Septiembre de 2006)

Una anómala demostración de coherencia realizó la dirigencia colorada en la última semana rindiendo un diferido homenaje a quien en vida fuera su presidente honorario y a quien por ocho veces elevaran como candidato a la presidencia de la República, el general Alfredo Stroessner. Una derrota en votaciones del Congreso que el único líder jamás hubiera permitido, era al parecer el detonante que faltaba para tomar coraje y consumar este abierto desafío a ciertos dictadorzuelos de la prensa, que viven jactándose de su lucha selectiva contra ciertas etapas de la dictadura que les munió de recursos para inaugurar sus medios de comunicación.
Hablo de coherencia porque la abrumadora mayoría de los colorados, si no la totalidad, considera a Stroessner el mejor gobernante de la historia del Paraguay. Los más recalcitrantes contestatarios del Mopoco, por ejemplo, no vacilaron en cerrar filas en torno el número 2 del régimen estronista, abandonando en pocas semanas el Acuerdo Nacional cuando se les invitó a participar de la repartija de la torta, sin renegar jamás del 13 de enero, del reatado hilo de la historia, de la democracia sin comunismo, de la Unidad Granítica ni de los beneficios que prometía a cambio de la lealtad incondicional el más importante narcotraficante de la historia del país.

Como si Stroessner fuera apenas uno de los diez avatares del Dios hinduísta Visnu, encarnado para luchar contra el mal, los estronistas a su vez pasaron a ser sucesivamente rodriguistas, argañistas, wasmosistas, oviedistas, cubistas, gonzalezmacchistas para ahora, como buenos adoradores de la deidad de turno, transmutarse en rabiosos tendotistas. Es que deben seguir "haciendo méritos", como dicen ellos en su candidez.

Demás está decir que jamás renunciaron, a la hora de hacer negocios -con o sin Stroessner- a los parámetros establecidos durante la hegemonía de la dictadura. Vale decir, con el dinero público como principal fuente de poder y enriquecimiento personal y con los créditos externos como principal fuente de dinero público. Como no homenajear a Stroessner, si jamás han renunciado a la creencia de que la adscripción ciega a las políticas imperialistas sacará al país de su marasmo, a pesar de que esta obsecuencia determinó y sigue incentivando atroces violaciones de los derechos humanos, persecución ideológica y proscripción política, sin que la población hoy conozca de los presuntos beneficios tras 66 años de obediente alineamiento a Washington.

La ANR también se sigue riendo de su propio ideario liberal, producto del discípulo mitrista José Segundo Decoud, precursor ideológico que comparten colorados con el Partido Liberal. Se sigue riendo de la Constitución Nacional, entelequia esotérica que los prohombres del coloradismo históricamente han utilizado como felpudo, de Bernardino Caballero a Nicanor.

Siguen acusando de traición a la patria a quienes por profilaxis alejan créditos de sus bolsillos, olvidando a los 23 miembros de la Legión que firmaron su acta fundacional por orden de su jefe Bernardino Caballero, por entonces ungido de autoridad policiaca sobre los mismos por las fuerzas brasileñas de ocupación.

Por debajo de la mesa y a veces también por encima, se siguen dando de la mano ministros y altos funcionarios de empresas estatales con el empresariado corrupto y el crimen organizado. Todavía está fresco en nuestra memoria el recuerdo de cómo la llamada de un diputado al presidente abortó un operativo antidrogas en el noreste del país.

Al igual que durante el régimen de Stroessner, se sigue apelando a rentar opositores para legitimar los designios autocráticos desde el Congreso. Ahí están frescos los recuerdos de la "brillante actuación" de Laíno y Filizzola durante el periodo Legislativo 2005-2006. El vasto sistema prebendario en torno a las reparticiones públicas no ha parado de crecer, aunque algo deba hoy compartirse en la Justicia Electoral y otro tanto con la prensa clientelista, exigencias de un Paraguay moderno y democrático.

Al igual que en los gloriosos tiempos de la dictadura anticomunista, el embajador norteamericano despotrica contra las revoluciones marxistas-leninistas con amplio respaldo de la supuesta prensa antiestronista, más vocinglera anticomunista y maccartista que el mismo Stroessner. Igual hoy que hace medio siglo, vaticinan el inminente fin del régimen castrista mientras convocan a Paraguay como infalibles panelistas a periodistas a sueldo de la ultraderecha estadounidense, envueltos en escándalos de corrupción como Carlos Alberto Montaner. Y mientras la junta de gobierno homenajea con añoranza a Stroessner, el culto al máximo caudillo colorado retoma en el presente sus niveles más enfermizos y se sueña en la reelección indefinida con que Lyndon Johnson agració a Stroessner, por más tiempo que haya pasado desde que dejaron de sonar los Beatles y concluyó la guerra de Vietnam.

Incontestable muestra de coherencia de la ANR con su línea histórica, aunque vaya acompañada de los melancólicos lagrimones de nostalgia que acompañan a la derrota en una votación.